Lo que ha dicho Ponchy tiene mucha razón, en establecimientos públicos en general, no deberían de poner trabas... yo tampoco descartaría las iglesias... si se las pilla abiertas.
De todas formas, ya sabemos que el handicap de viajar en eléctrica no es otra cosa que la carga de las baterías, y como ya he dicho en varias ocasiones, desde mi modesto punto de vista, creo que lo primero que hay que hacer es llevar la/s batería/s a una descarga hasta el punto en que uno/a lo considere más seguro.
Antes de realizar mi primer viaje de larga distancia en e-bici, quise comprobar hasta donde era capad de dar de si mis dos baterías... me fui a recorrer una ruta diseñada por mi, la cual me puso más a prueba a mi que a mi e-bici, ya que realmente fue una ruta bastante durilla, pero en la que procuré que, que su trazado se asemejara lo más posible a la idea que tenía en mente en cuanto a muy próximo viaje, el cal inicié unas semanas después.
Como digo, la ruta la diseñé sobre plano ( más bien sobre Google Earth ), por lo que, salvo los datos técnicos de la ruta, realmente no sabía a lo que me iba a enfrentar en la realidad... eso es lo más parecido a lo que ocurrirá en un viaje diseñado sobre plano.
La ruta la diseñé para una distancia de unos 120 km... yo calculé, que al llevas 26A de carga ( 13+13 ), la carga dotal de ambas baterías debería de alcanzarme para unos teóricos 160 km ( en la realidad esa distancia se reduce por lo que ya hemos hablado de, entre los " agentes " ajenos a la e-bici, que intervienen directamente sobre ésta, y las más que probables equivocaciones, despistes, o desvíos repentinos que puedan surgir ).
El caso es que a la primera de las dos batería logré sacarle unos muy agradecidos 80 km... eso contando con caminos de cabras, subidas duras, tramos con inclinación positiva, algunos que otros errores de cálculo, y la climatología... pues bien, al final la ruta la aborte en unos 85 kim totales ( los 5 últimos los hice con la segunda batería )... no aborté porque la e-bici no pudiera proseguir la ruta, la aborté por dos razones...
La primera... y principal, porque fue tan dura la ruta que diseñé ( como digo, era una ruta para comprobar la autonomía real de mis baterías ), que el cuerpo me dijo basta a los 80 km... cuando cayó la primera batería; y la segunda razón fue porque teniendo claro que la primera batería, que era dos años más antigua que la otra, me había proporcionando nada menos que 80 km tras la ruta tan dura que me había marcado, tuve más que claro que la segunda, la de portabultos, siendo en esos momentos prácticamente nueva ( apenas tenía unos meses ), y teniendo la misma capacidad y celdas que la otra ( la de botellero ), me quedó claro que al menos los 60-70 kilómetros se los podría sacar también, por tanto me encontraba que con las dos baterías, tendría una autonomía asegurada de al menos 120-130 km... lo que luego me confirmarían ambas baterías ya sumido en mi viaje.
De todas formas hay que tener muy en cuenta que la e-bici puede aguantar todo lo que se le eche, que mientras lleva carga la batería, ella seguirá tirando... donde realmente está el límite es en el aguante que se pueda tener sobre la bicicleta... y cuando vas de viaje por varios días, donde la posibilidad de tocar infinidad de orografías y altimetrías...incluso dentro de una misma jornada, el cuerpo puede no responder de la misma forma... sí, mi e-bici me podía proporcionar más de 120 km de autonomía por jornada... pero mi persona... y como muy sabiamente dice Ponchy... mi barrera estaba en los 100-110 km... más de ahí ya no disfrutaría del viaje... pues como bien dice... " ya era sufrir por sufrir ".
Por ello, yo diseñé, antes que el track total de todo el recorrido de mi viaje, cada jornada, y me aseguré muy mucho de que cada uno no sobrepasara mi límite físico... incluso llegué a trazar jornadas más cortas, porque el cómputo del kilometraje para esa jornada, de estirarla, se me podría ir muy por encima de mi barrera física.
Yo me estuve preparando el viaje a conciencia durante varios meses antes, recopilando toda la información que podía encontrar, tanto foros públicos, como en webs de ayuntamientos...
Diseñé unos tracks a los que yo, y no mi e-bici, me podría amoldar... ella ya sabía más que de sobra que iría a donde yo quisiera ir... otra cosa es que yo pudiera llegar

Como digo, diseñé jornada a jornada, y revisé cada palmo del track ( fotos, rutas en wikiloc, fotos en google... etc ), revisé las webs de todos los municipios por los que tenía intención de pasar... que esa es otra, mi premisa era que tenía que pasar por la mayor cantidad posible de localidades, ya que viajaría en el mes de Agosto, y tanto el agua como el calor iban a suponerme un handicap.
Recopilé toda la información que puede sobre todo tipo de alojamiento que pudiera encontrar en el camino ( la gran mayoría suelen tener su propia web con información de servicio y preciso ).
Procuré señalizar cuantas gasolineras y áreas de se3rvicio me pudieran pillar a mano, ya fuera sobre el trazado del track, ya fuera en las proximidades.
Localicé los ayuntamientos, tiendas de alimentación, bares y restaurantes de todo tipo, comisarías de policía, bomberos, edificios públicos de todo tipo, como iglesias y cementerios... incluso llevé preparados los centros de asistencia sanitaria, hospitales y farmacias... pero también, tiendas de bicicletas, cajeros automáticos y fuentes públicas de agua potable... en fin, que realicé en esos meses de preparación un profundo repaso a la ruta que quería realizar.
Por descontado, y por seguridad, el track se lo cargué a mi fiel escudero, mi Garmin, pero también los cargué en el teléfono.
Y otra cosa... también procuré localizar todas las posibles vias de escape ( puntos de aborto ), por si me surgían problemas en la ruta.
Al final, la gran mayoría de los " waypoint " que llevaba metidos en el GPS no me hicieron falta, pero otros me resultaron tremendamente útiles, sobre todo los que me señalaban los cajeros automáticos, pues siempre viajaba con poco dinero en metálico... ( lo justo para la jornada y el inicio de la siguiente )... las fuentes y las gasolineras... bueno, y algún que otro restaurante, pero lo que más agradecí fue el llevar bien localizados los posibles alojamientos al final de cada jornada, pues al inicio de la jornada, lo primero que hacía era llamara al que tenía señalizado como el más económico, para realizar la reserva... una vez que la tenía confirmada, ya solo tenía que preocuparme de disfrutar de lo que me ofreciera la jornada.
Por supuesto, y por muy controlado que uno pueda suponer que lleva el viaje, éste se te puede ir de las manos... o no presentarse como se tenía planeado... o que la climatología le dé por juguetear contigo y romperte los esquemas, o que el motor te pueda dar un susto... como me lo dio a mi el mio

, pero cuando llegas al final del viaje, todos esos problemas, descuidos, imprevistos... disgustos, los recuerdas como simples anécdotas que, por A o por B, supiste capear

... que ahí también interviene mucho, la experiencia... y la suerte
